Creí soñarla y no fue un
sueño,
imaginarla sin fantasías.
Era real en tu mirada,
fue tu sonrisa la que causó la
mía.
Quisiera ser quien la
provoque,
quien la genere todos los
días,
ser el causante de aquel milagro,
ser el causante de tu sonrisa.
Causas salud, borras heridas
y con el aire que respirás
esos segundos se vuelven
vidas.
No hay otra igual, es
imposible
es tu sonrisa la que contagia
que a quien no llora lo hace
sensible,
a quien no lucha le da el coraje,
a quien no reza lo acerca a Dios
y a quien no escucha le da un
mensaje.
Hoy quiero verte, hoy quiero oírte,
tenerte cerca y quizás
sentirte,
dejar de ser quien improvisa.
Dame tus manos, dame tus alas,
más por encima de todo aquello,
dame la magia de su sonrisa.
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